Comercio electrónico: Las tiendas online siguen creciendo. Puedes vender productos físicos o digitales en tu propia tienda en línea.
Suscripciones: Ofrece cajas de suscripción de productos, acceso a contenidos premium o software como servicio mediante suscripciones mensuales/anuales.
Dropshipping: Vende productos sin tener inventario. Con dropshipping, tu proveedor envía los productos directo al cliente cuando haces una venta.
Marketing de influencers: Conecta marcas con influencers para promocionar productos. Puedes trabajar con influencers para impulsar estrategias de marketing.
Freelancing online: Ofrece tus servicios profesionales de manera remota en áreas como programación, diseño, redacción, traducciones, etc.
Creación de cursos online: Crea cursos educativos o de entrenamiento para vender en plataformas como Udemy.
Agencia de marketing digital: Ayuda a negocios con su presencia online, publicidad, creación de contenido, gestión de redes sociales.
Desarrollo de apps y software: Crea aplicaciones móviles, herramientas de software, plugins y más, para venderlas o cobrar por suscripción.
Servicios a domicilio: Recoge y entrega de comida, productos de supermercado, lavandería, etc.